Joanna SzumskaQuiero nombrar tu cuerpo, tu oscuridad, tu lumbre,
el pecho que se inflama,
tu savia azul, el río de tus astros.
Quiero nombrar tu cuerpo, tus caminos,
el laberinto tibio, las girándulas,
el sexo umbrío, las vísceras ocultas,
esa linfa secreta que va trenzando el tiempo.
Quiero nombrar tu cuerpo, los murmullos,
los labios cuando besan o nombran otros cuerpos,
el fuego de la lengua, la humedad de la piel.
Tu saliva que es áspera y amarga.
Quiero narrar tu espalda añil que delimita
con un dios impreciso, inabarcable.
Miguel Florián
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¡Cuánto debo agradecerte, cuántas de tus elecciones marcadas por la delicada navaja de la delicadeza! Nos ofreces precisamente aquello que no se ve; nos dejas caer lo que, no siendo evidente, abre otras puertas de la experiencia amorosa...
ResponderEliminarGracias, gracias de nuevo.
Carlos
precioso poema y pintura
ResponderEliminarGracias
Excelentes las letras que nos acercas en este día, gracias por compartirlas y que disfrutes de un feliz fin de semana.
ResponderEliminarCálido abrazo.
Una belleza este poema tan ... íntimo, y la pintura en que la muchacha parece meditar sobre él.
ResponderEliminarQué belleza, qué sensualidad tan llena de espiritualidad a la vez, una mezcla relatada en el poema y visualizada en la pintura.
ResponderEliminarUna maravilla.
Besazos.