Amo tus pechos salvajes
en ellos late el corazón
del cosmos submarino.
Amo tu piedra púbica
que quema. En ella guardas
el primer alfabeto
del pueblo Caldeo.
Entre tus muslos
hay una playa inmensa,
"una vaguada que crece
en musgo y luz".
El sol se alarga, se crece y te besa.
Sobre tu piedra vi resplandecer
el cuello del Cóndor de los Andes.
Anduve tus playas y bogué
tus mares con mi olfato.
Con mi tacto, mis ojos,
mi oído y mi lengua.
Después sepulté
mí monolito ardiendo
entre tu jungla.
Se desbordaron tus mares
cuando mis ríos entraron en ellos.
Agnitza: tu y yo conocemos
el alfabeto del fuego.
- EL alfabeto del fuego
- (Fragmento de la obra Agnitza la diosa de fuego)
- Carlos Muquitay

Fuego puro sale de esta poesía, pasión y fulgor, casi nada. Un cordial saludo desde ArteTorreherberos.
ResponderEliminarComo se agradece estar vivo para leer estas líneas, para disfrutar de las imágenes que nos ofreces envueltas en una música tan especial (para mi). Un fuerte abrazo.
ResponderEliminar:)
ResponderEliminarHay alfabetos con letras que queman, su llama alcanza hasta el tuétano. Quedan señales indelebles, ¡Maldito fuego!
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
Querida Carla:
ResponderEliminarTremendo poema de amor ardiente,
de fuego que hace germinar palabras,
palabras primigenias de amor.
Un beso de domingo
Carla, un magnífico blog,es todo un placer visitarlo, la danza me apasiona.
ResponderEliminarUn cordial saludo
¡Qué pasión y qué fuego! Maravilloso el cuadro, pero lo que más me gusta es ese alfabeto del fuego que ellos conocen tan bien.
ResponderEliminarBesitos
Isabelnotebook
Fuego, belleza, sensibilidad y mil sensaciones más es lo que nos transmites... ¡Gracias!
ResponderEliminarEs verdadero deleite pasear por cada una de tus entradas.
Un beso.