Lluviosa omnipotencia, deshójate en mi vientre porque habrá de albergar, el día de la gloria, su ardorosa semilla, porque habré de ser nido, jacaranda, deshójate en mi pubis, porque habré de ser suya hasta el fin de los tiempos.
Describir actos fisiológicos de amor y placer, cuando se provoca una sensualidad tan certera como sutil, no es fácil. En este poema, con deliciosa sensibilidad se percibe hasta el calor de los cuerpos unidos. Una delicia.
Describir actos fisiológicos de amor y placer, cuando se provoca una sensualidad tan certera como sutil, no es fácil. En este poema, con deliciosa sensibilidad se percibe hasta el calor de los cuerpos unidos. Una delicia.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo, querida amiga Carla.