Nenad Mirkovich
Sí, también yo quisiera ser palabra desnuda.
Ser un ala sin plumas en un cielo sin aire.
Ser un oro sin peso, un soñar sin raíces,
un sonido sin nadie...
Pero mis versos nacen redondos como frutos,
envueltos en la pulpa caliente de mi carne.
Ángela Figuera Aymerich (Bilbao, 1902 - Madrid, 1984)
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3 comentarios:
Conmovedor y espléndido canto, amiga Carla. Creo que así es como deben nacer los versos, desde nosotros y sin tener en cuenta ni una sola de las sugerentes, falsas muchas veces, de lo colateral, lo prestado, lo ofrecido sin fondo y sin veracidad.
Un cariñoso abrazo, amiga Carla.
Unas bonitas líneas.
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