sábado

He de amoldarme a ti...

Shaun Peck




He de amoldarme a ti como el río a su cauce, como el mar a su playa, como la espada a su vaina.
He de correr en ti, he de cantar en ti, he de guardarme en ti ya para siempre.
Fuera de ti ha de sobrarme el mundo, como le sobra al río el aire, al mar la tierra, a la espada la mesa del convite.
Dentro de ti no ha de faltarme blandura de limo para mi corriente, perfil de viento para mis olas, ceñidura y reposo para mi acero.
Dentro de ti está todo; fuera de ti no hay nada.
Todo lo que eres tú está en su puesto; todo lo que no seas tú me ha de ser vano.
En ti quepo, estoy hecha a tu medida; pero si fuera en mí donde algo falta, me crezco... Si fuera en mí donde algo sobra, lo corto.


6 comentarios:

María dijo...

Muy bella la imagen y las palabras que la acompañan.

¡Qué bello y romántico!

Dentro de ti está todo...

Belleza de sentimientos profundos.

Un beso.

emejota dijo...

Palabras y belleza que relajan, que ayudan a vivir, a sentir. Gracias por tu post semanal. Un abrazo.

helena dijo...

Pues igual que nos ponemos el zapato para amoldarlo a nuestros pies o el vestido para darle la forma de nuestro cuerpo, así nos adaptamos al aire que nos llega, al amor que nos tiene, incluso a las tristezas...
Precioso este poema de amor sincero y abnegado. Un besazo, querida amiga.

Pescadora de Perlas dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Pescadora de Perlas dijo...

Un beso grande para vos.;-)

Pescadora de Perlas dijo...

Destila pasión muy intensa este poema, juega con metáforas y dibuja perfectamente el cuerpo y los sentidos.

PD: Perdón por el lío de comentarios, puse enviar antes de terminar.

EL ALMA DE LA BAILARINA

EL ALMA DE LA BAILARINA
“El alma del filósofo habita en su cabeza; el alma del poeta, en su corazón; el alma del cantante reside en su garganta. Pero el alma de la bailarina, tiene su morada en todo su cuerpo” Gibran Khalil Gibran

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Beatrice Appleyard, dancer, England, 1934

Beatrice Appleyard, dancer, England, 1934

El trabajo del cuerpo, eleva el espíritu y sosiega la materia.