A medianoche me despierta la lluvia, un aguacero,
el viento azota las hojas, orejas
enormes, plumas enormes,
como un animal perseguido, un perro
gigantesco o un cerdo salvaje. Truenos y ventanas
que se estremecen; del tejado metálico
cae una tromba de agua.
Estoy tumbada bajo el mosquitero,
enredada en una tela húmeda, el pelo lleno de sal.
Cuando escampe habrá luciérnagas
y estrellas, más brillantes que en cualquier lugar;
podría contemplarlas en momentos
de pánico. Están a años luz, si lo piensas.
A la porra la poesía, es a ti a quien deseo:
tu sabor, la lluvia
en tu cuerpo, mi boca en tu piel.
- Margaret Atwood (Otawa.1939)
3 comentarios:
La pintura preciosa...los colores,el sofá y esa bailarina con el pelo suelto...diferente a otros que he visto
El poema tan sincero y tan real
Un Abrazo
a media noche, cuando me despierta la lluvia, es el cuerpo que duerme a mi lado lo que busco... y muchas veces me despierto abrazado a mi almohada!!!
saludos
las pesadillas, el miedo, siempre son vencidos por el sabor de un beso.
Carla, creo que el poema está elegido con la exquisitez de los suaves y sutiles sentimientos que, a veces, afortunadamente sólo a veces, están hibernando, larvados en el capullo de seda del pensamiento.
Como siempre, Carla, es un mágico encantamiento poder leer lo que lees, poder escuchar lo que escuchas y poder ver la belleza que ves.
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