La palabra infinito es infinita,
la palabra misterio es misteriosa.
Ambas son infinitas, misteriosas.
Sílaba a sílaba intentas convocarlas
sin que una luz anuncie su dominio,
una sombra señale a qué distancia de ellas
está la opacidad en que te mueves.
Van a algún punto del resplandor y anidan,
cuando las dejas libres en el aire,
esperando que un ala inexplicable
te lleve hasta su vuelo.
¿Es más que su sabor el gusto de la vida ?
- Ida Vitale
- Montevideo: 1924
2 comentarios:
Dificil elección; a mí me han encantado las de este poema. He vuelto a disfrutar de las letras y de las imágenes del blog.
Abrazos
Si, Carla, creo que el gusto por la vida es infinito y su sabor misterioso.
Muchos no sabemos diferenciar ambos sentidos y, en su mezcla, vivimos todos los sabores y olores que existen en el infinito.
Sin saborear la vida ni olerla no tendríamos capacidad de sensibilidad por ella.
Un abrazo.
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